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El estrés laboral: así perjudica a la toma de decisiones

El 44% de los trabajadores afirma estar sometido a una gran tensión laboral, cifra que apuntala una peligrosa tendencia al alza.

El estrés crónico entre los trabajadores del mundo se encuentra en niveles históricos. Según la encuesta ‘State of the Global Workplace 2023 Report’, elaborada por Gallup en más de 160 países, el 44% de los trabajadores afirma estar sometido a un gran estrés laboral, cifra que apuntala una tendencia al alza que se inició hace una década.

El estrés en sí mismo no es una enfermedad. Es un proceso biológico normal que activa ciertos sistemas y mecanismos del cuerpo para reaccionar ante un estímulo percibido como amenazante. El problema aparece cuando se convierte en crónico.

Esta dolencia puede causar una serie de problemas tanto a nivel individual como organizacional. En primer lugar, puede producir problemas de salud física y mental, como advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, puede generar un ambiente negativo en el entorno laboral y alimentar que se produzcan un mayor número de errores.

En esta línea, una de las cuestiones que más ha captado la atención en los últimos años es la relación entre el estrés y la toma de decisiones. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, nos pasamos el día escogiendo entre numerosas opciones, algo que tiene consecuencias -más o menos importantes- en el corto y en el largo plazo.

Riesgos e impulsividad

Según algunos estudios, el estrés en el trabajo puede afectar al proceso de toma decisiones de diferentes maneras provocando, por ejemplo, que subestimemos los riesgos (4) y seamos más impulsivos (6).

Lo que no se sabe muy bien es por qué sucede esto. Una investigación publicada en Neuron -una de las cabeceras de Cell– concluyó que un exceso de estrés podría ser “capaz de alterar los circuitos cerebrales, favoreciendo la búsqueda de recompensas rápidas y placenteras”, aunque como matizan los investigadores sus resultados son preliminares y hacen falta más estudios sobre el tema.

Gideon Nave, profesor de marketing en Wharton (una de las facultades de la Universidad de Pensilvania), es uno de los académicos que más ha trabajado al respecto. En una investigación publicada en 2016 en la revista Psychoneuroendocrinology sugirió que un exceso de cortisol, una hormona relaciona con el estrés, perjudica la toma de decisiones y el rendimiento cognitivo.

He aquí un extracto de una entrevista que concedió Nave al World Economic Forum para defender los resultados de su investigación. El ejercicio que pone es muy ilustrativo: “Imagine que tengo aquí un bate de béisbol y una pelota. Juntos, los dos cuestan 1,10. Ahora bien, el bate cuesta un dólar más que la pelota. ¿Cuál es el precio de la pelota?”.

El entrevistador contesta rápidamente “diez centavos”. Y, por supuesto, se equivoca. Si la pelota vale diez centavos y el bate vale un dólar más, significa que éste cuesta 1,10, por lo que la suma de ambos sería 1,20. La respuesta correcta es 5 centavos y 1,05.

Nave continúa: “Lo que comprobamos es que cuando le das cortisol a la gente, es más probable que hagan lo que usted acaba de hacer: dicen diez centavos de dólar y no lo analizan de verdad, a pesar de que se les paga para acertar. Dan la respuesta intuitiva más rápida, como si estuvieran bajo un algún tipo de presión”.

Sin capacidad de adaptación

Este ejemplo se puede trasladar al día a día laboral, demostrando que el estrés es un grave enemigo para el buen desempeño del trabajador. Años antes, en 2012, otra investigación editada en Translational Psychiatry demostró que los trabajadores en situación de estrés eran incapaces de salir de la rutina adquirida. En otras palabras, la capacidad de adaptación se inhibía, un serio problema en un contexto cambiante.

A falta de más investigación sobre el tema, de momento, se hace patente la necesidad de un cambio en la cultura de las organizaciones. El estrés representa un desafío significativo en la toma de decisiones. Estos efectos adversos no sólo perjudican la calidad de vida de los trabajadores, también tienen repercusiones serias para las organizaciones, reduciendo la productividad, aumentando los errores y contribuyendo a un clima laboral tenso.

Para mitigar los daños, se pueden implementar algunas medidas, como, por ejemplo, capacitar a los empleados para que aprendan a gestionar el estrés, repartir las cargas de trabajo de manera más equitativa, adaptar el horario laboral, fomentar la comunicación y la escucha activa y, sobre todo, promover un liderazgo más empático y humano. Para llevar a cabo todas estas tareas, nada mejor que incorporar las ciencias del comportamiento (la psicología, la antropología, la sociología…) a la cultura de las organizaciones.


[Referencias]

[1] Gallup. (2022). State of the Global Workplace. Recuperado de https://www.gallup.com/workplace/349484/state-of-the-global-workplace.aspx

[2] Maier, S. U., Makwana, A. B., & Hare, T. A. (2015). Acute stress impairs self-control in goal-directed choice by altering multiple functional connections within the brain’s decision circuits. Neuron, 87(3), 621-631.

[3] Margittai, Z., Nave, G., Strombach, T., Van Wingerden, M., Schwabe, L., & Kalenscher, T. (2016). Exogenous cortisol causes a shift from deliberative to intuitive thinking. Psychoneuroendocrinology, 64, 131-135.

[4] Mather, M., Lighthall, N.R. (2012). Risk and reward are processed differently in decisions made under stress. Current directions in psychological science, 21, 36-41.

[5] OMS. (2023). Estrés. Recuperado de https://www.who.int/es/news-room/questions-and-answers/item/stress

[6] Starcke, K., Brand, M. (2012). Decision making under stress: a selective review. Neuroscience & Biobehavioral Reviews, 36, 1228-1248.

[7] Soares, J. M., Sampaio, A., Ferreira, L. M., Santos, N. C., Marques, F., Palha, J. A., … & Sousa, N. (2012). Stress-induced changes in human decision-making are reversible. Translational psychiatry, 2(7), e131-e131.


María Pérez

mariaperez@beway.com

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